Celebra con nosotros el orgullo peruano en un trago. Desde 1999 cada cuarto domingo de julio se lleva a cabo el Día Nacional del Pisco en Perú. Quédate para conocer más acerca de este elixir.
✍️: Andrea Chavarria
Desde hace 26 años cada cuarto domingo del mes de julio se celebra el Día Nacional del Pisco, declarado por el Ministerio de Cultura del Perú. Este destilado de uva, reconocido mundialmente, es un símbolo cultural, de identidad y sobre todo de orgullo nacional. El origen de esta festividad se creó con la finalidad de promover el consumo y difundir el destilado.
Tal es la importancia del pisco que su día de celebración no es coincidencia ni casualidad, pues se alinea con el Día de la Independencia peruana celebrada el 28 de julio, formando un mes de festividades que enaltecen la identidad y el orgullo nacional.

De vino a destilado
La historia comienza desde el siglo XVI, cuando los españoles introdujeron la uva al Nuevo Continente con el objetivo de producir vino, el cual, tras un fallido intento de exportación, provocó la destilación de la materia prima para obtener un producto más resistente.
La producción del destilado se centró en la zona costera de Perú como Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y los Valles de Locumba, Sama y Caplina del departamento de Tacna. Por otra parte, el nombre de esta bebida se debe al puerto llamado “Pisqu” (significa ave) desde donde se exportaba esta bebida espirituosa durante la época colonial.

La elaboración del pisco implica un proceso delicado que comienza con la fermentación de la uva, dando como resultado un vino que posteriormente se somete a destilación mediante calor, con lo cual se obtiene una bebida de mayor graduación alcohólica.
Dentro de las variedades de uva para su elaboración se encuentran: Quebranta, Negra Criolla, Mollar, Italia, Moscatel, Albilla, Torontel y Uvina. Las cuales producen tres tipos de Pisco: puro, mosto verde y acholado.
¿Cómo festejarlo?
Durante este día se llevan a cabo diversas actividades en todo el país, principalmente en la capital y regiones productoras para conmemorar la bebida; entre algunas de ellas destacan las degustaciones, concursos, festivales, ferias y exposiciones que cuentan la historia y la diversidad del destilado.
Las ferias funcionan como un punto de venta y distribución para productores locales y amantes del pisco. Algunos de ellos compiten por reconocimientos y ofrecen degustaciones de diferentes variedades y estilos del destilado, esto acompañado de un excelente maridaje: la gastronomía peruana.

Pero si algo no puede faltar es la competencia de coctelería con pisco donde grandes bartenders y mixólogos dejan todo en la barra con creaciones y bebidas inesperadas que elevan la versatilidad del destilado, así como su creatividad detrás de cada receta.
Aunque si lo tuyo es conocer las casas productoras y vivir de cerca la experiencia, también se encuentran disponibles rutas del pisco que te llevarán a explorar regiones emblemáticas donde se lleva a cabo la producción de este elixir; ofreciendo tours detallados que abarcan desde el cultivo de las uvas hasta el proceso de destilación, permitiendo una concepción panorámica de este espirituoso.
El pisco no es solo una bebida más, es una herencia con años de tradición e historia que dota de identidad al país y lo pone en alto con su gran sabor. Por lo que su importancia radica en el valor cultural peruano que la bebida contiene. Y tú, ¿ya probaste el pisco peruano?
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