A lo largo de la historia de la coctelería, hay bartenders que han dejado huella. Te compartirmos algunos de los nombres más importantes, quiénes fueron y sus logros más destacados en este Día del Bartender
✍️: LJ Emiliano
Muchos bartenders a lo largo de la historia aportaron diferentes conocimientos, técnicas, creaciones de cocteles y mucho más al mundo de la coctelería y la hospitalidad. Ellos, dejaron su huella en la industria. Aunque no todo es mar sobre hojuelas, pues todos sacrificaron parte de sus vidas y recorrieron un largo camino para ser la mejor versión de ellos mismos como bartenders. Hoy queremos recordar el legado de algunos de ellos en el marco del Día Mundial del Bartender.
1. Jerry Thomas

Considerado como el padre de la coctelería moderna, Jerry Thomas o “el profesor” como también era conocido, nació en Nueva York en 1830. Fue una persona que tuvo muchos trabajos antes de ser bartender: primero fue mesero, marinero y buscador de oro. Pero a los 18 años comenzaría su viaje por la coctelería, trabajando en el bar El Dorado en Portsmouth Square, San Francisco como ayudante de bar. Aunque con ganas de aprender más, tiempo después se fue trabajar a diferentes bares, para crear su propio estilo.
Aunque el lugar más importante en el que trabajó Thomas fue el Metropolitan Hotel, donde llegó a ser el bartender principal y es el lugar donde vería nacer su estilo “flair bartender”, que es hacer cocteles con un tipo de espectáculo.
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De ese característico estilo que tenía para servir los cocteles, nació el Blue Blazer, el primer coctel con fuego en su receta, para hacerlo debía usar dos jarras de metal, de donde saldrían unas llamas azules, atrayendo la atención de sus invitados. Además, escribió el libro The Bon Vivant’s Companion or How to mix drinks, que contiene 236 recetas de cocteles clásicos y algunas creaciones hechas por él, como el Blue Blazer.
2. Santiago “Pichín” Policastro

Conocido como el Barman Galante, nació en 1912 en Buenos Aires, Argentina, su historia comenzó en la cafetería Havanna de Mar del Plata, allí tendría su primer acercamiento a la coctelería, buscando crear nuevas bebidas en sus ratos libres.
Pero conforme fue creciendo y ganando experiencia, comenzó a participar en la radio y la televisión, y gracias al programa Casino Philips, es que daría su gran salto a la fama y en donde sería conocido como “Pichín, el Barman Galante”.
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Gracias a ese éxito, logró abrir tres bares, los cuales tenían buena fama entre los locales; después, compitió en la IBA (International Bartenders Association), ganando con el coctel “Pato”, bautizado así por el deporte nacional de su país. Tiempo después fue llamado para representar al Ministerio de Comercio, donde participaría en ferias europeas para promover los vinos y licores nacionales argentinos. Sin embargo, Policastro fue un paso más allá, pues no conforme con participar en las ferias, también buscó poner su granito de arena para mejorar las relaciones comerciales con la Unión Soviética.
Durante una de las exposiciones en Londres de las que formaba parte para dar a conocer las bebidas de su natal argentina, crearía el coctel llamado “trago soviético” hecho de vodka, jugo de arándanos y licor de Pisang Ambon, para agasajar a los delegados rusos que habían accedido a ir al stand en donde Pichín se encontraba. Al probarlo, los rusos quedaron encantados y este acto fue de ayuda para mejorar la relación comercial entre la Unión Soviética y Argentina en los años 50 (este relato lo publicó en su revista Bar and Drinks). Esta es tan solo una de las tantas historias de este legendario bartender.
3. Ada Coleman

Considerada como una de las mujeres más influyentes de la coctelería por la International Bartenders Association, Ada Coleman nació en 1875 en Londres, Inglaterra. Con una historia amarga al inicio por la muerte de su padre, esa sería la chispa que impulsaría su camino en la barra.
A los 25 años se aventuró a trabajar en el hotel Claridge’s, como asistente de barra, lugar donde pulió sus habilidades. Su talento lograría llamar la atención del American Bar del Hotel Savoy, que reconoció su talento como bartender.

Coleman logró ser la primera mujer en trabajar como bartender principal y el hotel vería nacer uno de sus cocteles más famosos y que se ha vuelto todo un clásico, el Hanky Panky, una mezcla de vermuth, gin y Fernet. El coctel se dio gracias a Charles Henry Hawtrey, quien le dijo a Ada: “dame algo que me dé fuerza” y con esa frase, empezó a hacer la mezcla, para dar vida a este icónico trago.
4. Pedro Chicote

Nació en 1899 en Madrid, España, en medio de la pobreza, cuestión que no lo intimidaba, pues debido a ello comenzó a trabajar desde niño para ganarse la vida. Pero fue hasta el año de 1916 que llegaría al Hotel Ritz de Madrid como ayudante de barra. Conforme fue creciendo, buscó nuevas oportunidades como en el Bar Pidoux, por ejemplo, en donde ganó experiencia.
Al paso de los años, desarrolló una carrera próspera hasta que abrió su propio lugar llamado “Bar Chicote”, y el que tiempo después albergaría su propio museo de bebidas, el cual contaba con alrededor de 20,000 botellas, entre licores extraños y destilados de diferentes partes del mundo.
Además, escribió cuatro libros (como Cocktails Mundiales) que hablan del oficio de ser bartender, sobre mezclas de vinos y compartió más de 500 recetas de cocteles entre sus páginas. Dentro de sus tragos más famosos está el Vasconcel, creado para la señorita Emilia Vasconcel, una importante maquillista y fotógrafa de aquella época.
5. Harry MacElhone

Siendo uno de los bartenders más influyentes del siglo XX, Harry MacElhone nació en 1890 en Escocia, Reino Unido. Trabajando en bares como Waterbury dentro de Elton Hotel, el Connecticut y en Plaza Bar, tuvo un largo recorrido por la coctelería, que tristemente tuvo que pausar por ir a la Segunda Guerra Mundial.
Ya de regreso, le ofrecieron un puesto en Ciro´s Club de Londres, donde su fama se catapultaría. Publicó su primer libro en 1921: Harry’s ABC of Mixing Cocktails, que contiene cientos de recetas que ofreció a sus clientes más importantes como Ernest Hemingway, Marlene Dietrich, Jean-Paul Sartre, Noel Coward y Quentin Tarantino.
Aunque uno de sus mayores éxitos también fue la compra de New York Bar en París, que representaba lo mejor del ambiente de Nueva York en la Ciudad de la Luz y en donde no solo agregaría su nombre al bar (Harry’s New York Bar) sino que crearía el clásico French 75, como un homenaje a los cañones de la Segunda Guerra Mundial.