Michelle Carlín: wine educator y ¿sommelier de agua?

Descubre lo que el agua tiene para ofrecer con Michelle Carlín, una mujer que busca enseñarnos de una forma divertida que cada copa de agua es un mundo y esta tiene mucho que decirnos

✍️: LJ Emiliano

Michelle Carlín es una mujer que ha buscado crecer en su ámbito y aprender más y más sobre el agua y el vino. De base es licenciada en Gastronomía y tiene unas especialidad como sommelier, pero la vida la ha llevado a convertirse en wine educator en ASM (Asociación de Sommeliers de México) y fine water specialist. Actualmente, es jueza para el International Wine Challenge, wine educator para California Wines, wine educator para denominación Ribera del Duero, columnista para la revista El Conocedor, wine broker y sommelier freelance.

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Tuve la fortuna de platicar con ella sobre lo que hace un sommelier de agua o water sommelier y cómo ha sido su camino en este ámbito en particular, uno que nos dejó ver desde el inicio que ha estado lleno de aprendizaje y experiencias enriquecedoras, las cuales busca compartir por medio de cursos y catas para que más gente se empape sobre estos temas que son parte de sus pasiones: el agua y el vino.

Los inicios como water sommelier

Michelle me comenta que busca dar un enfoque más educativo sobre lo que es el agua y el vino, aterrizándolos a una experiencia más cotidiana, lo cual, de pronto no es tan conocido.

Fotografía cortesía de Michelle Carlín

Y es que ella en realidad inició en el mundo del vino como sommelier, pero todo cambio en el año 2016, cuando se le abrió una oportunidad por parte de Nestlé, quienes le ofrecieron hacer una cata de agua con la marca S. Pellegrino, comenzando un camino que ni siquiera visualizaba.

Al principio comenzó a estudiar y trasladar toda la información que tenía sobre vino al tema del agua, pero después empezó a estudiar y a enfocarse en el líquido vital para el ser humano. Hoy, casi 9 años después, ha adquirido mucho aprendizaje y experiencia –pues ha tenido más de 150 catas–, logrando convertirse en water sommelier y mostrando todo lo que tiene que ofrecer un producto tan noble como el agua.

Desafios como water sommelier

Pero claro, como en toda profesión, el ser water sommelier requiere un sacrificio: “uno debe ser disciplinado y estudiar, ya que el trabajo que uno hace como water sommelier es especializarte en catar un producto, que en este caso es el agua, mostrar sus bondades y cómo integrarlo a la parte gastronómica, o incluso con el café o el té, para así extraer todas esas características aromáticas y gustativas que solo el agua hace posible”, menciona Michelle.

Michelle Carlín. Sommelier de agua y vino
Fotografía Instagram Michelle Carlín

Michelle Carlín también busca enseñar al consumidor la experiencia de catar una buena agua, sin tener que ir un restaurante o a una cafetería, a lo que nos dice: “si buscamos usar un grano especial para hacer nuestro café, porqué no hacer lo mismo con un agua especial, para así crear experiencias no tan conocidas en algo cotidiano”.

Pero no todo es lo que parece, ya que existen retos que Michelle ha tenido que enfrentar como water sommelier: “una parte es la incredulidad de las personas. Mucha gente no quiere pagar demasiado por un agua, algunos prefieren pagar más por un vino o un destilado”. Ahora bien, dentro del mercado existen muchas marcas, cada una con características únicas que debemos valorar, ya que eso podría elevar nuestra experiencia al probar una comida.

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Además, menciona que también la falta de conocimiento del personal de servicio influye, pues para poder apreciarla, mucho tiene que ver “el agua que se ofrece; las características que tiene; vaso en el que se sirve (que sea el correcto); que no se le pongas hielo, ni limón, por ejemplo. Esos detalles afectan el sabor del agua”.

Otro gran reto es la información que se da alrededor de ella. Michelle hace hincapié en que ella se enfoca en la parte del disfrute y debe tener esa línea marcada para no mal informar al público y dar información de calidad. 

La importancia de los water sommelier y el agua

Además, nos cuenta que no existe el agua perfecta, ya que todo depende del momento, la persona y la forma en la que interactúa con la comida o el vino para saber con qué se lleva mejor, es decir, el cómo desee acompañar esos elementos, porque no es lo mismo tomar una fine water, que es tal cual como se extrajo de la naturaleza, sin que intervenga el hombre, haciendo que cada agua sea un mundo diferente.

Michelle Carlín, water sommelier y wine educator
Fotografía Instagram Michelle Carlín

Pero también nos dice que no hay que desestimar el oficio de los water sommelier ya que es un trabajo que podemos hacer de manera autodidacta y experimentando todo el tiempo, pues el agua es un producto muy divertido así que nos invita a quitarnos la idea de que el agua es simple, ya que es mucho más compleja de lo que creemos y todavía hay mucho por explorar.

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Sigue los pasos de Michelle Carlín en:

@mina.wine

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