Conoce esta bebida italiana llena de amor, arte y aromas… porque aquí amamos el Día del Amaretto
Viajemos en el tiempo al siglo XV, a la pequeña ciudad de Saronno ubicada en la región de Lombardía en Italia. Aquí entre montañas y grandes lagos se vivió una historia de amor que hasta el día de hoy podemos saborear: el nacimiento del amaretto.
La leyenda comienza cuando al pintor Bernardino Scapi le fue encomendado realizar un fresco para el Santuario de la Beata Vergine. El dedicado artista, discípulo del famoso Leonardo da Vinci, tomó como modelo a una mujer de hermoso rostro, que con el paso de los largos días de trabajo terminó enamorándose perdidamente de él.

El tiempo pasó y la obra prosperó tanto como los sentimientos de la musa, quien se dedicó a realizar un regalo especial para el pintor que embotellara su amor y admiración. El resultado fue una bebida hecha con almendras amargas, ingredientes de su propio jardín, y azúcar tostada, una mezcla que contaba cómo con el paso del tiempo su pasión fue floreciendo. Hoy lo llamamos amaretto, que es un diminutivo de amargo en italiano.
Pronto se dio a conocer este licor dulce y almendrado que cautivó al artista, y con el tiempo, al resto de los paladares del mundo. Las características que lo definen tienen que ver con su receta cambiante, la alta graduación alcohólica que varía entre 25° y 30°, su tonalidad ámbar brillante, la profundidad olfativa y su sabor afrutado y armonioso.
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El amaretto es elaborado a partir de los huesos del chabacano, albaricoque o durazno, almendras y elementos frescos y florales que nos recuerdan al bel paese (país bello). Si bien, hay pocas marcas reconocidas en la elaboración del amaretto, las que existen tienen toda una cadena de generaciones que han trabajado este producto. Esta bebida es un símbolo de la dulzura italiana que se deja reposar y macerar durante un período de tiempo para permitir que los sabores se mezclen y se desarrollen, lo que crea el distintivo perfil de sabor.
Amaretto: más que un licor
Y aunque es el pilar de los postres italianos como el tiramisú y el semifreddo, este licor se ha hecho un lugar en la barra gracias a que añade un toque elegante y aromático a una variedad de cocteles. Entre los más famosos se encuentran el amaretto sour, un trago que equilibra los perfiles de sabor; el famoso Godfather, una fusión audaz entre el licor y whisky escocés que obtiene su nombre por ser el favorito de Marlon Brando, y por supuesto el French Connection, una mezcla con cognac servido en las rocas, que sirve como el final perfecto de una buena comida.

Por otro lado, una de las combinaciones más emblemáticas se hace con café y amaretto, porque las notas tostadas y de frutos secos armonizan de manera natural, mientras que el licor aporta el dulce necesario para coronar este imprescindible en la cultura italiana. También, es un licor que funciona por separado, en la sobremesa, siendo un digestivo por excelencia que por su capacidad aromática se puede disfrutar a temperatura ambiente.

Además de su sabor único, tiene un pequeño mercado de productores que trabajan constantemente para mantener viva esta bebida, mejorando procesos y llevando el producto a otros países. Su romántico origen nos recuerda, en este Día del. Amaretto, que este licor puede apreciarse de muchas maneras para que no sea desplazado al fondo de la barra, pues finalmente, la llama de un amor renacentista yace en aquella copa.