¡Enamórate de la ceremonia del té japonesa!

La ceremonia del té japonesa forma parte importante de la cultura del país nipón, pero es mucho más que solo beber esta infusión. Quédate, aquí te contamos.

✍️: Ayumi Blanco

Uno de los rituales más reconocidos a nivel mundial y qué despierta la curiosidad de conocer cada vez más y más de él es la ceremonia del té. Si bien China aparece como una de las culturas más antiguas en realizarla, lo cierto es que el país del Sol Naciente, también tiene cualidades dignas de reconocer. Por eso hoy quiero acercarte un poco más al bello ritual que envuelve la ceremonia del té japonesa.

Como te decía, a pesar de que en China ya tenían la costumbre de consumir té, fue hasta que un monje japonés llamado Eichu viajó a estas tierras que en Japón comenzaron a consumirlo, pues a su regreso trajo consigo tanto el té como su preparación; lo compartió con el entonces emperador Saga y este, encantado, mandó cultivar té en la región Kinki de Japón.

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Tal consigna fomentó el consumo de té en el país nipón, sin embargo, al principio estaba disponible únicamente para la nobleza, quienes pusieron en tendencia las fiestas del té, tomándolo en opulentos y bulliciosos salones de donde salían a relucir ostentosos utensilios y los asistentes intentaban adivinar el origen de las distintas hojas de Camellia sinensis (nombre científico) mientras socializaban. Sin embargo, fue realmente hasta el siglo XII que comenzó a popularizarse en la sociedad de clases más bajas.

Por otro lado, el té también se usaba como medicina y en los monasterios, pues los monjes lo bebían para evitar quedarse dormidos durante las meditaciones. Además, durante los siglos XIV y XV, los maestros del budismo zen le otorgaron un significado completamente distinto a la presunción, fundando los principios que hoy son parte fundamental para cualquier ceremonia del té tradicional.

La ceremonia del té japonesa en hoja

En este sentido, la versión más aceptada y común hasta el día de hoy es la que desarrolló Sen no Rikyu, el hijo de un acaudalado comerciante de Sakai que tuvo la oportunidad de acudir a algunas de las fiestas, prestando especial atención a la perspectiva de los monjes, pues mediante el chanoyu (la ceremonia de té japonesa) apreciaban lo sagrado en la vida cotidiana.

Fue entonces que Rikyu dio origen a una rutina que sería un parteaguas en la historia de la ceremonia del té japonesa, eliminando los lujos y los pasos no esenciales para su degustación, sin perder de vista la amenidad, el omotenashi (hospitalidad) y el respeto entre todos los integrantes y su entorno.

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Esta “austera” nueva versión de la ceremonia del té japonesa, inspirada en el concepto de wabi o desolación, invita a quienes están dispuestos a llevarla a cabo a disfrutar el presente, pues es un instante que no podrá repetirse de manera idéntica. Sin embargo, actualmente existen varias versiones del procedimiento según el propósito de la ceremonia.

¿Cómo es la ceremonia del té japonesa?

La sencillez de este procedimiento tiene entre sus propósitos generar calma y renovación para sus participantes y se lleva a cabo en el salón de té llamado chashitsu, un espacio construido exclusivamente para este fin. Un dato curioso es que la entrada al chashitsu es bastante baja, (en promedio 90 cm de altura) para recordar que todos los que ingresen son iguales en lo que respecta a la ceremonia del té japonesa.

El té en Japón

Antes de entrar, las personas deben purificarse lavando sus manos y boca para pasar a la habitación, cuyo estilo es predominantemente minimalista, sin embargo, hay elementos que forman parte de la ambientación, como pueden ser flores de temporada colocadas cuidadosamente en un jarrón (hanaire), algún pergamino con caligrafía zen o pinturas inspiradas en paisajes.

Aquí no hay sillas, ya que todo el ritual se realiza en el suelo, de rodillas sobre el tatami y con miras a que los participantes puedan centrar su atención en la degustación del té, el presente y la compañía con la que comparten ese especial momento. Todo detalle, ingrediente y utensilio está sumamente cuidado y el respeto, la pureza, armonía, elegancia y tranquilidad son elementos clave, presentes a cada segundo.

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Por otro lado, tanto los gestos del anfitrión como de los invitados, durante la ceremonia del té japonesa, deben ser cuidadosos y armoniosos. Se procura que todo se lleve a cabo con el menor número de movimientos posibles y, aunque son sencillos, inducen a quienes los realizan a un estado de calma concentrada, mostrando siempre respeto y admiración por todos los presentes.

Generalemente, se sirven dos tipos de té, el primero (koi cha) tiene una consistencia más espesa para pasar a uno más ligero y espumoso (usu cha). El té verde que se consume hoy en día, por lo general, es el matcha, que tiene un sabor intenso con tendencia a lo amargo. Las hojas son procesadas y trituradas hasta obtener un polvo muy fino que después se disuelve en agua caliente con ayuda de un batidor de bambú (chasen).

En cuanto a los utensilios utilizados en la ceremonia del té japonesa, estos deben ser hermosos y de gran calidad pero sin dejar de ser sencillos; aunado a ello, son altamente valorados según su tiempo de vida.  El anfitrión es el encargado de limpiar y usar todos los instrumentos con sumo cuidado y en un orden específico. Después, ofrece dulces secos a los invitados antes de servir el primer té, cuya degustación se realiza en completo silencio.

Té matcha

Todos los invitados comparten un mismo tazón, pasándolo sucesivamente después de dar un pequeño sorbo a la bebida, procurando siempre mostrar la mejor cara del mismo hacia la vista de los demás, con la finalidad de incrementar el sentimiento de unión durante la ceremonia del té japonesa. Luego de una breve espera, el anfitrión sirve los dulces y posteriormente, el usu cha. En esta etapa de la ceremonia del té japonesa, la convivencia se vuelve menos formal y los invitados pueden conversar amenamente sin dejar de lado los cumplidos hacia el té, los utensilios, las decoraciones y el buen humor.

Cabe mencionar que el procedimiento para degustar el té puede variar un poco según el estilo y la finalidad de celebrar dicha convivencia sin embargo, todas las formas de disfrutar la ceremonia del té japonesa tienen como trasfondo apreciar el momento presente y la compañía.

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