Una ilusión juvenil llevó a Héktor Monroy a descubrir, sin querer, el mundo de la hospitalidad y las barras; a ser embajador de marca y crear experiencias para empresas fuera de México… Esta es su historia
Llevar una vida fuera de tu país de origen nunca es sencillo, pero hacerlo desde los 17 años, sí con el apoyo de los padres, pero solo con una mochila en mano y el sueño de viajar, es otra cosa. Esto le sucedió a Héktor Monroy, quien se abrió a un mundo nuevo desde esa temprana edad y ha trabajado en varios países de Europa y Asia. Hoy, desde Noruega, sigue poniendo en alto los destilados y la coctelería mexicana.
“Yo soy de Ciudad de México pero crecí en Cuernavaca y mis primos, hace 40 años, se fueron a Holanda”, me platica Héktor Monroy desde su casa en el país nórdico. Este fue el punto de partida para una vida que lo ha llenado de satisfacciones, pues para él y su hermano, sus primos eran como leyendas y ejemplos a seguir. Sin embargo, los claroscuros que tuvo que sortear también han sido parte de su historia fuera de México, desde hacerse consciente de la explotación que sufrió de joven en ciertos establecimientos hasta saber respetar la industria de las bebidas.
El comienzo…
Su trayectoria inició en España, el primer país que conoció y que lo llevó al camino de la hospitalidad, y por sorprendente que se lea, en el que probó por primera vez la cocina de su país natal. “Trabajamos en un restaurante mexicano, no sabíamos nada de nada, mi mamá, al ser colombiana, nos preparaba comida de su país, casera, muy rica, pero en realidad nunca probamos cochinita o pozole hasta que llegamos a España; ahí empezamos a ver cómo se veía México desde afuera”, menciona Héktor Monroy.
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Él y su hermano trabajaron por un año en tierras españolas. Con el dinero que ganaron, más lo que sus padres les proporcionaban, viajaron por África y Rusia, abriéndose a experiencias nuevas. Después, volvieron México, solo para confirmar que deseaban forjar un destino fuera del país. Regresaron a Europa, esta vez a Italia, en donde aprendieron el idioma, trabajaron y después retornaron a España a estudiar. En el caso de Héktor, la meta era ser director de cine, sin embargo, por azares del destino no concluyó y entró de nuevo a la industria de la hospitalidad, a un restaurante mejor posicionado en donde conoció el mundo del bar.
Mientras aprendía todo lo relacionado con coctelería, tomó otra decisión crucial: estudiar lo relacionado a lo que estaba ejerciendo. Así, llegó a la Escuela Superior de Hostelería y Turismo en Madrid y ahí empezó a concursar en coctelería. Ganó el campeonato regional del Grand Prix Bacardi-Martini en 2004 y quedó en segundo lugar a nivel nacional dentro del mismo concurso en 2005. Fue en ese momento que, en palabras del propio Héktor Monroy: “me di cuenta de que esa era mi profesión; quería aprender más, me gustaba lo que estaba haciendo y fue como la primera recompensa que recibí”.

Un camino al éxito
Desde ese momento su vida cambiaría, comenzó a tener oportunidades en diferentes concursos y eventos, dándole más experiencia y reconocimiento dentro de la industria. Entre los muchos logros que tuvo en Madrid fue el ser el Champion Best Shaker 2019, el campeón del International Bartenders Association (IBA) y trabajar con la Reina de España.
Sin embargo, el espíritu inquieto de Héktor Monroy lo llevo a Asia en 2010, pues quería ver de cerca el auge de la coctelería en China, específicamente en Shangai. En este continente, al igual que en Europa, logró posicionarse como el Top Shaker de China de World Class; recibiendo el premio Best Cocktails y Bar del año en el City W, así como el Readers’ Choice Awards en 2014-2015.
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Aunado a ello, el ejercicio profesional de Héktor Monroy se fue transformando, pues a pesar de ganar importantes concursos y estar detrás de las barras, ya no lo hacía tanto tiempo. Él estaba mucho más tras bambalinas, aprendiendo a ser project manager y crear experiencias para diferentes marcas. En ese tiempo, fue el director de bar de Unico, el lounge más grande -en ese momento- de Asia a lado del chef Mauro Colagreco; del primer Lounge de Louis Vuitton en Asia y del primer Bar Mercedes Benz en el mundo.
“Todo fue porque empecé a hacer cosas con chefs top, entre ellos Alberto Chicote, quien ha hecho Kitchen Nightmares España, allí hice maridajes con coctelería, por lo que tuve que meterme a entender más de destilados”, recuerda Héktor Monroy. Y durante todo este trayecto, algo que hizo, y sigue haciendo, es dar a conocer y mantener en alto -siempre que se puede- los elixires mexicanos, en aquellos tiempos, el tequila y el mezcal.

México y sus bebidas desde la mirada de Héktor Monroy
Durante esta rica plática, Héktor me contó que México siempre ha sido un país que ha despertado interés en el extranjero -hoy más que nunca-: “Desde que me fui, me di cuenta que México es una atracción brutal, pero hace años tenía fama de tener mal tequila, de las crudas infames; hoy, ha cambiado”, y continúo: “Hoy por hoy, si tú eres un bartender de la India o de Japón, uno de tus sueños es ir a México y aprender del agave; cuando lo logran y van, se sorprenden de la atención, la hospitalidad, el cariño, los colores… de todo lo que México da”.
Pero la trayectoria de Héktor Monroy ha trascendido más de lo que tal vez alguna vez imagino, pues fue parte del equipo que creó Gin Mare; planeó e hizo realidad la cena de lujo con maridaje de tequila más grande de China y en los últimos 7 años, ha sido embajador, consultor y Global Head Experience de ron Matusalem: “Mi trabajo es en parte educar a los Brand Ambassadors (aquellos que están en contacto directo con los bares y bartenders) y al consumidor final, y en este último rubro, está el luxury channel, que es en donde creo experiencias para la marca y sus clientes”.
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Además de ello, trabaja directamente con la prestigiada lista The 50 Best Bars, y ahí sí “me meto mucho al long trade, que es un poco más parecido a lo que hacen los Brand Ambassadors”. Su profesión le ha permitido observar cómo ha crecido México en la coctelería: “ver lo que está pasando con nuestro país me da un orgullo enorme, realmente lo que están haciendo los bares mexicanos es brutal, porque antes, no había ese compañerismo en las barras, no se compartían conocimientos, ni recetas, nada. Todo es diferente”, me dice Héktor Monroy con un tono lleno de felicidad y una sonrisa en su cara.
Actualmente, Héktor Monroy labora con el ron Matusalem y está en la división de Europa, Asia, África y Australia. Su proyecto más reciente fue el rediseño de la marca en estos continentes. Aunque también, en Noruega, donde reside, está importando una ginebra de la India y una nueva marca de aguas tónicas con muy poca azúcar; pero a pesar todo lo que hace, no se olvida de sus sueños: crear su propio mezcal y abrir una destilería en el país nórdico.

Sin duda, el trabajo de Héktor Monroy, a lo largo de más de 24 años de carrera, lo ha llevado a cumplir esa meta que tenía de joven: viajar por todo el mundo. En ese camino, encontró su pasión y un estilo de vida que ha logrado equilibrar; aunque como toda actividad, esta tiene sus pros y sus contras pero en balance “es muy bonito lo que escogí hacer y estoy muy agradecido por ello”.
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Los básicos de Héktor Monroy
1. Ser embajador es: un modo de vida que estás incluyendo todo el tiempo
2. Lo que más te gusta de tu trabajo: viajar, conocer una cultura, aprender algo de alguien y eso en el sillón de la casa no existe.
3. Ingrediente preferido: aceite y chocolate
4. ¿Qué coctel/ destilado eres hoy? De destilado sería mezcal, es mi favorito desde siempre; en coctel, un whisky sour o negroni (con mezcal y sal me encanta, pero casi no tomo cocteles.
5. ¿Cómo ves los destilados mexicanos en un futuro? Yo creo que le falta fuerza al mezcal, porque todo el mundo habla de él pero quién es todo el mundo, realmente, fuera de México, el que lo consume más es el bartender; el porcentaje de personas que lo beben sigue siendo muy pequeño, necesita un push. Aunque eso no quita que hoy nuestro país es supertop en coctelería y destilados nivel mundial.
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Sigue a Héktor Monroy en @hektormonroy