Descubre la historia de Karla Fiesco, una bartender que se ha mantenido fiel a su esencia frente y detrás de la barra
Una de las fortalezas más importantes, y difíciles de lograr como seres humanos, es ser sincero contigo. Sin embargo, Karla Fiesco, actual Head Bartender en Kaito del Valle, ha logrado mantenerse fiel a si misma mientras forja su carrera.
Hablar con ella es descubrir que la feminidad no está peleada con trabajar detrás de la barra; que el tener una meta clara, no significa que el camino será sencillo; y recordar que la mejor escuela que podemos tener es la de la vida. Con un maquillaje suave, su uniforme pulcro, y el increíble tono aqua de su cabello, Karla Fiesco me contó su historia, la cual comenzó desde pequeña, a los 8 o 9 años, pues tras ver la película de Tom Cruise, Cocktail. supo que quería ser bartender.
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Los años pasaron y esa idea nunca se fue de su mente, por lo que a los 19 años buscó su primera oportunidad en uno de los bares que más admiraba y era un fenómeno en aquel momento: Pata Negra. Sin embargo, la nula experiencia que tenía en la industria de alimentos y bebidas la llevaron a aceptar un empleo en otro lugar, siempre con la meta de: ser bartender.
En su travesía, se topó con distintos comentarios, desde “ese no es un trabajo para mujeres”, hasta comentarios de su familia que le decían “ese ni siquiera es un trabajo, debes estudiar algo”, pero ella no quitó el dedo del renglón. Así llegó a su segunda experiencia laboral, inició como hostess y en los seis años que estuvo ahí, pasó por distintos puestos, uno de ellos, el más ansiado, el bar.
Durante su primera semana en la barra, llegó una comanda pidiendo una margarita, por supuesto, Karla Fiesco no tenía ni idea de cómo hacerla. Buscó en el recetario del lugar y no venía casi nada de información, así que pensó: “¿Qué tan difícil puede ser hacerla?”, se puso manos a la obra y con su propia intuición, la preparó.
De pronto se acercó el cliente; ella, sincerándose, le contó que en realidad era su primera margarita, él le dijo: “hay gente que tiene la sazón, y esta margarita, me atrevo a decir que es de las diez mejores que he probado en el mundo”. Mientras continúo la conversación, el comensal le expresó algo que a ella no se le olvida: “Si esto te gusta, es lo que tienes que hacer el resto de tu vida”. Con esas palabras “entendí qué era dar una experiencia al cliente y reforcé que realmente quería ser bartender”.
Finalmente, la puerta de Para Negra se abrió, y para Karla Fiesco, en ese instante, empezó el verdadero camino hacia la profesionalización. Durante su transitar por ese bar aprendió que hay ruedas de sabores (las cuales no sigue al pie de la letra), técnicas y logró crear sus propios cocteles, “así fue como me fui enamorando de todo lo que la industria conlleva”.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas, pues se encontró con el machismo, con la ideología de que por ser mujer y estar en el bar tenía que vestirse con falda corta y escote acentuado, pero también con el rechazo de algunas mujeres de la misma industria, quienes no podían aceptar que fuera una bartender a la que le gustara su femineidad y se expresara a través de ella, ya sea con maquillaje, peinados o moda: “hay que cambiar entre nosotras, las mujeres; porque las que nos ponen etiquetas muchas veces son las mismas mujeres”. A pesar de ello, no se detuvo, pues “busco el lado positivo a pesar de que sé, que esta industria, tiene sus lados oscuros”.
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Si bien, un elemento base dentro de la coctelería es el alcohol, lo cierto es que a Karla Fiesco no le encanta: “vivo de algo que no soy tan fan, el alcohol, la realidad es que no bebo mucho”, pero eso no la limita a crear excelentes tragos, pues también, entre risas, me platicó que para ella era un poco difícil comer ciertos alimentos, como la guanábana, porque hay sabores y texturas que le cuesta trabajo soportar y eso, al inicio de su carrera, hizo que -algunas veces- no probara los cocteles que preparaba.
“La industria me ha ayudado a abrirme a sabores, a entender que todo lo puedes aprender”. Actualmente, Karla Fiesco cuenta con más de 100 recetas de su autoría, utilizando técnicas distintas, estudiando y conociendo cada vez más su profesión, pero siempre respetando un ingrediente clave, la intuición, esa sazón que hace años le mencionó el cliente extranjero, y hace que muchas veces, rompa con las reglas establecidas, para seguir siendos fiel a sí misma.
Karla Fiesco, en su tono de voz, muestra su fuerza, sus convicciones, su ideales; y esto se lo transmite tanto a sus colegas como a sus clientes, con quienes comparte -si es que se lo permiten- el trabajo que hay detrás de un solo coctel, para que aprendan a “beber la calidad” (principio que le ha enseñado Claudia Cabrera) y a tener un consumo responsable; mientras que con sus colegas, comparte sin escatimar aquello que ha aprendido en el camino, pues su reto con ella misma, es ser mejor bartender cada día.
Karla Fiesco vive enamorada de la hospitalidad, pues me contó que “la coctelería es un cambio de culturas” y ser bartender es:
“Aprender a ser curioso, a conocer más de distintos temas, es vivir el día a día detrás de la barra, compartir tu conocimiento, es tener hambre de aprender y de querer hacer las cosas”.
Hoy por hoy, Karla Fiesco es una mujer que ayuda y apoya a otras mujeres; que ha crecido mucho en la industria; que respeta sus principios e ideales, y quien, desde que inició su vida laboral, ha demostrado a fuego vivo su pasión por la profesión.
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Los básicos de Karla Fiesco
- Bartender es: agarrarle amor a la industria
- Técnica: doble shake y throwing
- Ingrediente preferido: vainilla, pimienta rosa y St. Germain.
- ¿Qué coctel eres hoy? Espresso martini. Tiene carácter, no sabe mucho alcohol, es fuerte pero sutil y ligero, complejo pero sencillo; bien preparado tiene este balance entre salado, dulce, ácido, y hoy busco tener balance y carácter en mi vida y en mis cocteles.
- ¿Qué sigue para la coctelería? Crear más bares que tengan experiencias, pues nos reta a demostrarle a la gente porqué vale la pena ir allí. Además, también la tendencia de los tragos con baja graduación alcohólica es fuerte en este momento
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📍Kaito del Valle: Enrique Pestalozzi 1238, Del Valle Centro, CDMX