La mujer en la industria del alcohol

El rol de la mujer ha sido fundamental en la historia de las bebidas con alcohol. Permíteme compartirte cómo he vivido esta industria desde hace más de 20 años

“Soy la voz femenina del espíritu de las bebidas, más no soy la bebida”

El papel de la mujer en la industria de las bebidas tiene un pasado reconocible. En la época prehispánica, la elaboración del pulque no era exclusiva de los hombres, era también un trabajo para las mujeres, pues ayudaban a recolectar el aguamiel y a cocinar las flores del maguey para alimentar a la familia. Por otro lado, en la Edad Media, en Irlanda por ejemplo, la preparación de la cerveza era una extensión del día a día para ellas, pues los trabajadores se alimentaban de esta bebida y calmaban su sed.

Como se ve, la aparición de la mujer en la industria del alcohol no es nueva, hemos contribuido desde el inicio de la humanidad a que los eslabones se unan en esta cadena productiva que da trabajo a millones de familias.

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Mi experiencia va desde los procesos de producción del pulque, pasando por destilados mexicanos como mezcal, bacanora, raicilla, tequila, tuxca, comiteco; whiskies con maíces criollos; ginebras con botánicos mexicanos; además del conocimiento de bebidas extranjeras como whisky, whiskey, ron, gin, pisco, grappa, baijiu, cachaza, brandy, cognac, armagnac entre otras. Así que tenía el deber de adquirir más conocimientos de los destilados internacionales para poder sacar la competitividad de los elíxires mexicanos sobre los clásicos a nivel mundial.

Sin embargo, el fantasma del rechazo como mujer apareció. Pensaba que al ir por primera vez a un palenque, vinata, fábrica o destilería sería natural y sin objeciones, no fue así. Recuerdo que al inicio, al querer conocer más sobre los procesos y hacer negocios me preguntaban: “¿en dónde está tu esposo, pues con mujeres no trato?”, pese a esas respuestas, mi espíritu no se dobló.

Mujer y alcohol

Nosotras tenemos la misma capacidad que nuestros productores, que las cabezas principales de las destilerías, o los colegas hombres, de los cuales aprendo constantemente y admiro.

En estos últimos 20 años he vivido la evolución de esta profesión y ha sido revolucionara, pero aún falta mucho por avanzar, porque se trata de crear una industria de profesionales en cada eslabón de la cadena del alcohol, colaborando con otros iguales sin distinciones.

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Veo con orgullo a mujeres que elaboran destilados de suma calidad; colegas que se desempeñan de manera majestuosa en la difusión, comercialización, marketing, y catadoras que enseñan a otras a no tener miedo, y sí a tener vocación con responsabilidad, pues dedicarse a la industria del alcohol requiere de respeto a una misma, a la bebida y al consumidor.

Por otro lado, en materia de bebidas, México tiene un potencial enorme, y aquí viene la competitividad sobre los destilado extranjeros, pues poseemos elixires hechos aún con los saberes y habilidades de poblaciones que tienen profundos arraigos culturales, históricos, gastronómicos; de sincretismos, procesos generacionales y de espiritualidad que hoy ni el mejor cognac o whisky tienen porque son elaborados de maneras industrializadas.

Destilados

Solo quiero decirles a todas que se atrevan, pues somos embajadoras de nuestro país en materia de productos, y lo que está hecho en México está bien hecho, con dedicación y profundo amor a la profesión, sea de hombres o mujeres. Al final, como dice la canción, “todos somos uno mismo”.

¡Salud!

Laura ¨Lala” Noguera

@lalanoguera

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