Aunque no es nuevo en la gastronomía asiática, el pandan vive un momento especial en las barras de nuestro país, quédate para conocer todo al respecto.
✍️: Brisa Nuñez
Tesoro asiático
El pandan empezó a escribir su propia historia en la coctelería mexa, colándose en menús de bartenders curiosos que lo usan para infusionar, aromatizar y crear cocteles que equilibran dulzor, frescura y un toque exótico.
Su nombre técnico es pandanus amaryllifolius, suena curioso, pero en realidad se trata de una planta muy querida en el sudeste asiático. En lugares como Indonesia, Filipinas o Tailandia es tan común como aquí la menta o el zacate de limón. Sin embargo, en la industria mexicana, el pandan se presenta como un abanico de oportunidades.
Aroma sutil y equilibrado
Algunos le dan el nombre de «vainilla de Asia oriental» porque seduce con un aroma difícil de describir pero fácil de reconocer: dulce, cálido, entre nuez, arroz jazmín y para algunos, hasta palomitas de maíz. Lo anterior lo convierte en un ingrediente perfecto para llevar un coctel a otro nivel aromático sin recurrir a sabores demasiado obvios. Aunque su uso más común no es comerlo directamente —sus hojas suelen funcionar más como infusión o envoltura aromática y extractos—, el pandan protagoniza recetas de repostería e incluso tiene su importancia en la medicina ayurvédica gracias a sus supuestas propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.
En la coctelería, su entrada ha sido sutil pero firme. El pandan aporta una fragancia dulce, un aroma vegetal muy fino y un sutil equilibrio que lo hace accesible y novedoso al paladar. Su presencia en las barras mexicanas llega como una pequeña ola verde, todavía no lo vemos en todos los bares, pero quienes lo trabajan lo hacen con intención: barras de autor y speakeasies apuestan principalmente por reinterpretar ingredientes de otras latitudes con una mirada mexicana logrando perfiles más complejos.
Brillando en las barras mexas
Como sucede con muchos ingredientes especializados, su aparición en cartas no siempre es permanente, por lo que no es raro que el pandan forme parte de un menú de temporada, un coctel especial o una receta de edición limitada. Esto también lo mantiene interesante: cada vez que aparece, lo hace como algo inesperado, casi como un easter egg para quienes disfrutan seguir las microtendencias de la coctelería.
Entres las barras que han recibido el pandan con entusiasmo y creatividad, están:
Con el coctel: Match Made In Heaven, un trago corto muy aromático a base de ron, cognac, pandan, coco, tonka –una semilla aromática originaria de Sudamérica–, chocolate blanco y caramelo salado.
Con el coctel: Okinawa un trago adictivo a base de bourbon, una mezcla de tés oolong y sencha, pandan, yuzu –un cítrico agridulce asiático– y aquafaba -el agua viscosa de algunas leguminosas que se usa en coctelería para emulsionar y hacer espumas–.
Con el coctel: El tequilazo a base de tequila ultra añejo, sake, té genmaicha –un mezcla de te sencha y arroz integral–, amazake –bebida japonesa a base de arroz fermentado– y por supuesto: pandan.
Cada uno de ellos juega de una forma distinta con este ingrediente, por lo que te invitamos a experimentarlo en carne propia.
El pandan demuestra que no necesita ser un ingrediente común para volverse esencial, a veces basta una hoja verde, un aroma cálido y un o una bartender curioso(a) para lograr algo icónico.
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