La sidra, burbujeante y llena de historia, es una gran bebida para brindar y México la produce con orgullo en algunas regiones
Cuando se trata de brindar, pocas bebidas son tan icónicas como el champán o los vinos espumosos. Sin embargo, existe otro fermentado que destaca por su dulzor y fina burbuja, con una sólida tradición en México: la sidra. Esta bebida elaborada a partir de la fermentación de manzanas es popular entre quienes prefieren sabores más dulces. Pero, ¿sabías que la sidra tiene cientos de años de historia?
Así es, esta es una de las bebidas alcohólicas más antiguas del mundo. Se cree que en el antiguo Egipto y Babilonia se consumía una forma primitiva de ella, pero el primer registro confiable proviene del Imperio griego, donde se le llamaba sikera, que significa “bebida embriagadora”. No obstante, en España, durante los siglos VIII y IX, su producción alcanzó niveles de perfección. Desde entonces, la sidra ha mantenido un lugar especial en muchas culturas.
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Más allá de lo que se podría pensar, su elaboración es compleja. Primero, se seleccionan las manzanas y se muelen hasta obtener una pasta. Esta se prensa con cuidado para evitar la oxidación y preservar los sabores frescos; a continuación, el jugo fermenta en condiciones controladas y se separan los sólidos de los líquidos para crear la sidra; antes del embotellado, algunos productores añaden gas de manera artificial para intensificar las burbujas, mientras que otros prefieren mantener el proceso natural.
Gracias a las formas de producción hay varias categorías: sidra natural, que no lleva azúcar ni gas añadido (a veces, tampoco se le agrega levadura); a la espumosa o achampañada se le añade dióxido de carbono para generar más efervescencia; la sidra de mesa o aromatizada lleva un toque de azúcar; la de hielo, originaria de Canadá, utiliza manzanas congeladas, dándole un sabor más concentrado y toques de miel. Por último, en la sidra sin alcohol se elimina el proceso de fermentación; a esta variante le colocan gas para dar la sensación de burbuja.
La región de Asturias, España, es famosa por su sidra. En México, las originarias de los municipios de Huejotzingo y Zacatlán de las Manzanas, en Puebla, son de gran calidad. Las manzanas que se cultivan en esta región son de una variedad criolla derivada de la Red Delicious, ideales para esta bebida por su acidez inicial y dulzura al madurar, logrando que sea equilibrada y agradable al paladar.
La sidra suele beberse en México durante las celebraciones de fin de año, lo que habla de su arraigo en nuestras tradiciones. Así que, la próxima vez que busques algo único, opta por ella. ¡Salud!
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