Llegó el día de poner la ofrenda y mucho sabemos de los alimentos pero ¿sabes cuáles son las bebidas para el Día de Muertos y por qué se ponen? Aquí te lo decimos
La ofrenda del Día de Muertos es una de las tradiciones más profundas y significativas en México pues honra a los fieles difuntos. Su origen nos remonta a la época prehispánica cuando los pueblos indígenas le rendían tributo a la muerte y las almas de los fallecidos debían emprender un largo viaje a Mictlán o el “lugar de los muertos” para obtener el descanso eterno. Para facilitar este viaje, se les ofrecía una ofrenda. Hoy, más alla de los alimentos que se ponen en ella, hablaremos de las bebidas para el Día de Muertos que los vivos colocan a sus seres queridos para recibirlos.
La ofrenda se ha convertido en el elemento central del Día de Muertos, conformada por sal, velas, copal, flores de cempasúchil, agua, el perro xoloitzcuintle, fotografías de los difuntos, entre otros elementos. Esta se regocija con una gran variedad de alimentos y bebidas que son del deleite de quienes se nos adelantaron en el camino, celebrando la gastronomía de cada región.
Bebidas para el Día de Muertos en la ofrenda
Si bien, en las ofrendas colocamos los alimentos favoritos de nuestros difuntos para agasajarlos, existen algunas bebidas para el Día de Muertos que no deben quedar fuera, pues poseen un significado fundamental dentro de esta celebración:
- 1. Agua natural: se ofrece a las ánimas para aliviar su sed después del largo recorrido, simbolizando la fuente de vida.
- 2. Agua de sabor: aunque poco común, en ocasiones se coloca un vaso de agua que era del gusto del difunto, con la esperanza de que al regresar, lo beba.
- 3. Agua de barranca: es servida en las fiestas patronales y en el Día de Muertos es típica de Zacatelco, Tlaxcala y es considerada patrimonio inmaterial del sur de este estado. Se sirve fría y se prepara con cacao, maíz, haba, canela, anís, azúcar y hielo. Para su elaboración se utiliza un cajete, un molinillo y una coladera. ¿Interesante, no creen?
- 4. Café de olla: a base de agua, canela, café y endulzada con canela/piloncillo o azúcar; tradicionalmente se sirve caliente en jarritos de barro.
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- 5. Chocolate: esta palabra de origen náhuatl (xocoatl) significa “agua agria” y está presente desde tiempos prehispánicos. Nombrada “la bebida de los dioses”, se elabora a base de cacao y se diluye con agua o leche para después servirse en jarritos de barro o jícaras. Esta delicia es originaria de Michoacán,Tabasco, Chiapas y Guerrero.
- 6. Pozol: de origen tabasqueño, se dice que antiguamente el pozol se vertía en la boca de los difuntos para refrescar el inicio de su nuevo viaje; este está catalogado como un derivado de la fermentación del maíz y el cacao.
- 7. Champurrado: la región de Nuevo León lo vio nacer desde tiempos prehispánicos y hoy es considerada una de las bebidas más representativas de México, pues está hecho a base de masa, cacao, piloncillo y agua.
- 8. Atole: esta palabra proviene del náhuatl atolli que significa “aguado”. Su preparación base es de agua y masa de maíz cocido y molido, que representa el cariño y el recuerdo de aquellos que se fueron. Se sirve caliente, en jarros o tazas y en ocasiones, se convierte en el fiel acompañante del tamal, tradición que se plasma en muchas ofrendas del país.
- Existe una extensa variedad de atoles en México y su presencia depende de la importancia de consumo y significado ritual que se le otorgue. Destacan el negro, de chaqueta, blanco o masa, de pinole, de galleta, guayaba, de calabaza, tejocote y no puede faltar el de flor de cempasúchil, flor originaria de nuestro país (en el recetario “Las Flores en la cocina Veracruzana: cocina indígena Popular”, tomo número 75, podrás encontrar una receta de atole de flor de cempasúchil).
Para brindar con nuestros fieles difuntos
Aunque las bebidas anteriores forman parte de la tradición mexicana, los destilados, fermentados y los licores, tienen otro propósito dentro de la ofrenda de Día de Muertos, ya que la idea es que el difunto recuerde los momentos de alegría y gozo que vivió brindando y celebrando con sus seres queridos en vida. Así tenemos:
- 1. Tequila: su presencia simboliza tanto el gusto del difunto por él, como los recuerdos que en vida que tuvo. La palabra tequila viene del náhuatl tequitl, que significa “trabajo u oficio”, y tlan, que se refiere a “lugar”. Sin duda, es una de las bebidas para el Día de Muertos más populares dentro de las ofrendas.
- 2. Mezcal: este destilado proviene del náhuatl mexcalli, que significa “maguey cocido”. Al principio se utilizaba para consumo y degustación durante actos ceremoniales, convirtiéndolo en una bebida de consumo local. El mezcal tiene una relación cercana con la vida y la muerte debido a que, a la fecha, se acostumbra a beber durante los velorios, entierros, bodas y fiestas importantes como símbolo de celebración.
- 3. Pulque: desde la época prehispánica, el pulque está presente en las culturas indígenas. Al octli (náhuatl), lo podemos encontrar en su versión natural o en curado de diversos sabores y en estas fechas suele haber dos tipos de curados de temporada: sabor pan de muerto y de flor de cempasúchil.
- 4. Sotol: esta bebida ancestral, originaria en los estados del norte de México que además, al igual que el tequila y el mezcal, tienen denominación de origen; se prepara a base de una especie de maguey endémica de la región llamada Dasylirion wheeleri, mejor conocido como sereque. Se caracteriza por su sabor ahumado y es un elixir típico, tradicional y con grandes usos medicinales, religiosos y digestivos.
- 5. Rompope: esta palabra derivada de rompón, se usa para describir la versión española del ponche de huevo que llegó a México tras la llegada de los españoles.
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- 6. Bacanora: tradicional de Sonora, se elabora a base de la fermentación de las plantas maduras de agave Pacífica y también se considera de origen artesanal.
- 7. Hidromiel: esta fue una bebida típica durante la Edad Media y se hacía a base de agua, miel y trozos de fruta. Los mayas producían una bebida similar llamada balché, que se hacía a partir de la fermentación de un almíbar y agua extraídos de la leguminosa Lonchocarpus punctatus, también conocida como palo gusano o palo patlaches.
Como ves, la rica cultura del Día de los Muertos, manifestada a través de los vibrantes altares, revela la huella de migraciones de diferentes naciones, marcada por la esencia y la identidad de quienes los preparan. Este entrelazado de tradición y modernidad garantiza la continuidad de estas prácticas, iluminando la influencia de las comunidades migrantes y sus prácticas culinarias.
El Día de Muertos rinde homenaje a quienes ya no están, convirtiéndose en un ritual donde el recuerdo brilla intensamente, eclipsando al olvido. Esta celebración se transforma en un mosaico vibrante de tradiciones que fluctúan de estado a estado, de municipio a municipio, y de pueblo a pueblo. A pesar de estas diferencias, hay un hilo común que une a todos: la conmovedora reunión familiar para recibir a sus seres queridos que regresan del más allá, como si fueran almas que danzan entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Los invitamos a visitar la ofrenda de Fundación Herdez, del 25 de octubre al 3 de noviembre, y así, levantar nuestros vasos o copas para brindar con las bebidas para el Día de Muertos por aquellos que se nos adelantaron en el camino pero que regresan el 1 y 2 de noviembre para estar con nosotros.
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Conoce más acerca de esta tradición y bebidas en la Biblioteca de la Gastronomía Mexicana de Fundación Herdez:
📍Seminario 18, Centro Histórico, CDMX
📆 Martes a sábado 9:00 a 15:00 h.
