Hay historias que se construyen a golpes de realidad, constancia y necedad. La de Valeria, Zazi Flores, es justo una de ellas
✍️: Fernanda Diosdado
📸: Cortesía de Handshake e Instagram de Zazi Flores
Crecer también es aprender a fallar, a construirte como persona –a veces– a golpes de realidad, constancia, perseverancia y algo de necedad, pero estos elementos, sin duda, crean las mejores narrativas. Para Valeria, mejor conocida como Zazi Flores, estos han sido las lecciones que la hacen quien es hoy: fuerte, valiente, responsable, constante y una eterna aprendiz.
Para Zazi Flores, las barras nunca fueron la primera opción, pero la necesidad de ayudar a su familia llevó a Valeria a tomar una decisión un tanto drástica: poner en segundo plano su licenciatura en administración y comenzar a trabajar a los 17 años.
Durante la pandemia de COVID-19 la vida de Zazi Flores cambio. Paso de estudiar, a vender postres, pintar alcancías, trabajar solo fines de semanas y salirse de casa de sus padres. Y con esa transformación tan fuerte, apareció una vocación que jamás se imaginaría que tendría.
El comienzo de una nueva vida

Así da inicio su historia en las barras: dentro de Júpiter Terraza. En un principio que parecía el final. Sin conocimiento previo de coctelería, el jefe de barra solo buscaba ponerla a prueba: “shakea este coctel, prepárame este trago…”. Y ella respondía: “Es que no sé nada. Apenas estoy aprendiendo. En la escuela veía costeos o casos de restaurantes, pero nada como eso”.
Aun así, Valeria nunca vio su desconocimiento como obstáculo, sino como una oportunidad. “Soy una persona moldeable; si tú me enseñas, yo aprendo”, repite siempre. Fue allí en donde conoció el rush de barra: “Yo servía cerveza, y de repente solo veía cómo se desbordaba”.
En esta nueva etapa, también experimentó el miedo. Era plena pandemia y en restaurantes y bares despedían o descansaban al personal. “Yo llevaba poco y me parecía injusto que corrieran a señoras con dos años o más. Además… yo tampoco quería dedicarme a esto”.

Lo inevitable ocurrió, fue despedida. Pero el destino, tan inesperado como es, le tenía algo preparado. Meses después, mientras retomaba la universidad, recibió una llamada que cambiaría su rumbo. El nuevo jefe de barra de su antiguo empleo, quería de vuelta a esa pequeña niña que cargaba las bolsas de hielo sobre sus hombros con un entusiasmo inusual.
Interés y determinación: el coctel perfecto
Su regreso estuvo marcado de aprendizaje y curiosidad. En busca de inspiración, bares como Limantour y Hanky Panky captaron su atención. También comenzó a seguir a referentes del medio como Claudia Cabrera de Kaito Del Valle.
El jefe de barra le enseñó los clásicos, distintos ingredientes y hasta le daba guías para estudiar. En ese momento, Valeria no tenía intención de cambiar de empleo: estaba feliz con su entorno. Pero justo entonces apareció una persona clave, Lucy Galindo. Ella trabajaba en Rayo y necesitaba a alguien que ocupara su lugar. Zazi Flores aceptó, sin imaginar que ahí comenzaría a desarrollar sus skills como bartender profesional.
La metamorfosis de Valeria

Entre bitters, shakers, copas, vasos y concursos, algo en ella evolucionó. En Rayo surgió la oportunidad de participar en Speed Rack, y jamás imaginó el desenlace. Su determinación, energía y disciplina la llevaron más lejos de lo que esperaba. Llegó a la semifinal.
Subió al escenario a demostrar por qué estaba ahí… y entonces apareció su némesis: el Morning Glory Fizz. Un coctel desconocido para ella, una receta que no dominaba. Bajó a pedir ayuda, pero todos daban opiniones distintas. Sin embargo, un rayo de luz apareció: Claudia Cabrera, jurado, y una de sus grandes referentes, quien pidió en esa competencia un espresso martini.
Dos cocteles, dos evaluaciones distintas. Como era de esperarse, el Morning Glory Fizz no recibió los mejores comentarios. Pero su técnica de shakeo en el martini fue una de las mejores del concurso. “El desenlace fue más de lo que esperaba. Nunca imaginé siquiera ser seleccionada”.
Handshake Speakeasy: familia y exigencia

A partir de ese momento, su carrera creció de forma exponencial. Su voz, de la que antes dudaba, adquirió espacio y seguridad. Surgió una evolución interesante; sus capacidades nunca se pusieron en duda, pero su responsabilidad aún estaba en construcción.
Ahí es cuando llegó Handshake Speakeasy a su vida, para removerle los cimientos y demostrarse que sí podía, si ella así lo quería.
La escalada no fue fácil: “A veces dudaba de mi capacidad. Siempre llegaba tarde, hasta que mi jefe me expuso en el chat y me dio muchísima pena”. Aun así, repetía: “Yo soy como una esponja. Lo que me enseñen, lo absorbo”.
Estas frases marcaron su destino. Ya no era la niña que corría entre la barra y la bodega de Júpiter. Ahora era Valeria, parte de Handshake, el bar que tanto soñó. Lo había logrado.

Las decisiones ya no eran al azar; entendía el peso de la responsabilidad. “Fue aquí cuando dejé de ser Valeria y maduré a lo que soy hoy. Hoy soy Zazi, y soy parte de la familia Handshake”. Solo había un pequeño detalle. La familia Handshake creció; y al equipo se unieron otras Valerias, lo que llegó a ser muy confuso. Y fue aquí cuando Valeria Zazilha decidió abrazar esta nueva identidad, ahora solo sería Zazi. Aquel nombre que antes no disfrutaba se convirtió en su marca personal.
Para Zazi Flores, ser parte de este equipo no se siente como un trabajo. Es un entrenamiento constante. Un espejo incómodo, una familia grande, rara y muy exigente… pero familia al fin. “Hemos aprendido a trabajar de la manera Handshake, y si sabemos algo, lo compartimos con todos”, cuenta.
Ciertamente, su paso por el segundo mejor bar del mundo la ha sacado de sus zonas de confort: afrontó su primer viaje, hablar otro idioma, demostrar de lo que era capaz a cada uno de los socios, en especial a Erik van Beek, a sus compañeros, y su impuntualidad.

Sí, el camino de Zazi Flores no ha sido fácil, pero creo que esa es una de sus grandes fortalezas. Y nos confiesa que lo que más ama, es cuando las cosas se complican, porque justo ahí es donde más crece y aprende.
Así que no, no ha sido sencillo, pero cada circunstancia fue un paso para pasar de ser aquella joven llamada Valeria. a la mujer decidida que todos en la industria de los bares conocen: Zazi… Zazi de Handshake…Zazi Flores, un nombre que evolucionó hasta ser inspiración para todos los demás; un nombre que esperamos siga resonando con la fuerza que tiene hoy por muchos, muchos, muchos años más.
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Los básicos de Zazi Flores

- 1. Ser bartender es: todo un reto. Es un tema de dedicación y responsabilidad. Ser bartender es entrar a un show, donde lo importante es el detalle y la constancia.
- 2. Ingrediente favorito: últimamente el mezcal y la vainilla
- 3. Técnica favorita: milk punch. Es muy interesante a la hora de entregar clarificados, destilaciones; siempre es un reto.
- 4. ¿Qué coctel eres hoy? Naked and Famous. Y si fuera un coctel de Handshake: Matcha Juice.
- 5. ¿Qué es lo que más amas de tu trabajo? Amo todo lo que tiene que ver con mi trabajo y amo que se vuelva complicado en algunos momentos. Cuando estoy en servicio me gusta interactuar con la gente; todos los días son un reto, todos los días aprendo de todos.
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